domingo, 15 de mayo de 2016

Antecedentes

Antecedentes

En 1808 Étienne Louis Malus descubrió la polarización por reflexión, y sus observaciones atrajeron el interés de varios científicos prominentes de su época como François Arago, David Brewster y Augustin Fresnel. En 1820 Fresnel, que asumía que la luz era una onda transversal, elaboraba una teoría matemática de la polarización.

Si bien el fenómeno aparece ya descrito en trabajos de Cristian Huygens sólo fue estudiado a fondo en el siglo XIX, gracias a las investigaciones de autores como el francés Jean Baptiste Biot( 1774-1862) o el alemán Thomas Johann Seebeck (1770-1831). Estos analizaron no sólo los ya conocidos efectos producidos por sólidos cristalinos como el espato de Islandia, si no también el comportamiento de disoluciones de ciertas sustancias de origen vegetal y animal. Biot encargó al constructor de instrumentos Nicolas Fortin (1750-1831)un sencillo aparato que consistía en un prisma analizador y un tubo cilíndrico para introducir la muestra analizada, a través del que pasaba la luz polarizada. Biot pudo comprobar que ciertas sustancias de origen natural como “el aceite esencial del laurel” hacían “girar la luz de derecha a izquierda, al igual que la trementina” mientras que, por el contrario, “el aceite esencial del limón y la disolución de alcanfor en alcohol” lo hacían “de izquierda a derecha”. Más adelante, las primeras sustancias  fueron denominadas “levógirasy las segundas “dextrógiras”.

El primer polarímetro (o polariscopio) tenía espejos no metálicos ajustables para polarizar y analizar la luz; William Nicol fabricó el primer prisma polarizador en 1828. En las siguientes décadas el aparato fue mejorando a base de mejores prismas y elementos ópticos que permitían una medida más precisa de los ángulos. 

Los polarímetros de Jean-Baptiste-François Soleil (que ya incluía una cuña de cuarzo compensadora), el de media sombra de Léon Laurent o el polaristrobómetro de Heinrich Wild (que mide la rotación usando patrones de interferencia) fueron los que tuvieron más éxito.
A lo largo del siglo XIX los polarímetros demostraron ser tremendamente útiles como herramientas de análisis y control en investigación química, cristalográfica, biológica, médica, más tarde, astrofísica, además de un instrumentos imprescindible en las industrias química, farmacéutica y alimentaria. Los sacarímetros, un tipo de especial de polarímetro, permitían tener una método rápido para medir la concentración de azúcar en las disoluciones.

En los años treinta del siglo XX los detectores fotoeléctricos comenzaron a sustituir a la observación ocular. Al mismo tiempo Edwin Lland desarrollaba los filtros y láminas polarizadores (Polaroid).
Más recientemente la física nuclear y de altas energías ha hecho uso de aparatos polarimétricos especiales, al igual que la investigación astrofísica.

Una de las primeras marcas en distribuir polarímetros es "Franz Schmidt & Haensch, Berlin". Se trata de una firma destinada a la fabricación de instrumentos de investigación científica, fundada en 1864 por el mecánico Franz Schmidt y el óptico Herrmann Haensch. Los emprendedores comenzaron el negocio en abril de ese año, tras recibir una herencia que les permitió contar con el capital inicial. La empresa todavía continúa en activo en Berlín, Alemania, siendo todo un referente dentro de su campo y dirigida por los miembros de la quinta generación familiar.




3 comentarios:

  1. Hola, me parece muy interesante tu trabajo sobre la polarimetria, estoy haciendo un trabajo sobre eso y me gustaria que me dieras tus fuentes de informacion, te lo agradecer enormemente. Saludos

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    1. Buen día, el blog está actualizado ahora, en la entrada marcada como "Referencias" están todas las referencias utilizadas en esta investigación, espero que te sea de utilidad, gracias.

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