Antecedentes
En 1808 Étienne Louis Malus descubrió la polarización por
reflexión, y sus observaciones
atrajeron el interés de varios científicos prominentes de su época como
François Arago, David Brewster y Augustin Fresnel. En 1820 Fresnel, que asumía
que la luz era una onda transversal, elaboraba una teoría matemática de la
polarización.
Si bien el fenómeno aparece ya
descrito en trabajos de Cristian Huygens sólo fue
estudiado a fondo en el siglo XIX, gracias a las investigaciones de autores como
el francés Jean Baptiste Biot( 1774-1862) o el alemán Thomas
Johann Seebeck (1770-1831). Estos analizaron no sólo los ya conocidos efectos
producidos por sólidos cristalinos como el espato de Islandia, si no también el
comportamiento de disoluciones de ciertas sustancias de origen vegetal y animal.
Biot encargó al constructor de instrumentos Nicolas Fortin (1750-1831)un
sencillo aparato que consistía en un prisma analizador y un tubo cilíndrico para
introducir la muestra analizada, a través del que pasaba la luz polarizada. Biot
pudo comprobar que ciertas sustancias de origen natural como “el aceite
esencial del laurel” hacían “girar la luz de derecha a izquierda, al igual que
la trementina” mientras que, por el contrario, “el aceite esencial del limón y
la disolución de alcanfor en alcohol” lo hacían “de izquierda a derecha”. Más
adelante, las primeras sustancias fueron
denominadas “levógiras” y las segundas “dextrógiras”.
El primer polarímetro (o polariscopio) tenía espejos no metálicos
ajustables para polarizar y analizar la luz; William Nicol fabricó el primer
prisma polarizador en 1828. En las siguientes décadas el aparato fue mejorando
a base de mejores prismas y elementos ópticos que permitían una medida más
precisa de los ángulos.
Los
polarímetros de Jean-Baptiste-François Soleil (que ya incluía una cuña de
cuarzo compensadora), el de media sombra de Léon Laurent o el polaristrobómetro
de Heinrich Wild (que mide la rotación usando patrones de interferencia) fueron
los que tuvieron más éxito.
A lo largo del siglo XIX los polarímetros
demostraron ser tremendamente útiles como herramientas de análisis y control en
investigación química, cristalográfica, biológica, médica, más tarde,
astrofísica, además de un instrumentos imprescindible en las industrias
química, farmacéutica y alimentaria. Los sacarímetros, un tipo de especial de
polarímetro, permitían tener una método rápido para medir la concentración de
azúcar en las disoluciones.
En los años treinta del siglo XX los
detectores fotoeléctricos comenzaron a sustituir a la observación ocular. Al
mismo tiempo Edwin Lland desarrollaba los filtros y láminas polarizadores
(Polaroid).
Más recientemente la física nuclear y
de altas energías ha hecho uso de aparatos polarimétricos especiales, al igual
que la investigación astrofísica.
Una de las primeras marcas en
distribuir polarímetros es "Franz Schmidt & Haensch, Berlin". Se
trata de una firma destinada a la fabricación de instrumentos de investigación
científica, fundada en 1864 por el mecánico Franz Schmidt y el óptico Herrmann
Haensch. Los emprendedores comenzaron el negocio en abril de ese año, tras
recibir una herencia que les permitió contar con el capital inicial. La empresa
todavía continúa en activo en Berlín, Alemania, siendo todo un referente dentro de
su campo y dirigida por los miembros de la quinta generación familiar.
Hola, me parece muy interesante tu trabajo sobre la polarimetria, estoy haciendo un trabajo sobre eso y me gustaria que me dieras tus fuentes de informacion, te lo agradecer enormemente. Saludos
ResponderEliminarBuen día, el blog está actualizado ahora, en la entrada marcada como "Referencias" están todas las referencias utilizadas en esta investigación, espero que te sea de utilidad, gracias.
EliminarMuchas gracias
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